Si estás buscando darte un break justo al pie de la playa y salir de tu rutina, estás en el artículo indicado; aquí conocerás detalles de un gran hotel que te permitirá relajarte, divertirte y sobre todo liberar tensiones. Este hotel ha sido avalado por Vuela a la Vida, pues vivimos la experiencia de primera mano y justo de eso te queremos hablar.

Nuestra estancia fue de 4 días, 3 noches y empezamos resaltando la excelente atención hacia el huésped; pasear por las instalaciones de Sandos Playacar y ver siempre una sonrisa sincera y la disposición del personal del hotel por ayudarnos, ¡nos flechó!

Nuestra aventura en Sandos Playacar inició con los protocolos de sanidad para poder entrar; el uso del cubrebocas en áreas cerradas como  la recepción, es obligatorio. Tanto en la puerta principal como en varios puntos del hotel encontramos dispensadores de gel y antes de ingresar nuestros equipajes, fueron desinfectados; terminamos el check in  llenando un formulario de factor de riesgos y estábamos listas para iniciar nuestra aventura.

Los animales son muy buenos amigos; no hacen preguntas, no critican

Sergio, quien nos recibió amablemente, nos dio un recorrido por todo el complejo del hotel, iniciando por “Gatolandia”, un espacio que adaptaron para que 12 hermosos gatos vivan felices. La siguiente parada fue para conocer a Lola y Pancho, una vaca y un burrito adoptados desde hace ya varios años; el hotel les construyó un establo en perfectas condiciones y son claramente bien cuidados y amados. Durante nuestra estancia nos encontramos también con fauna propia de la región, saludamos a un par coatíes y un mono aullador que no se dejaron fotografiar. Si eres fan de admirar a los animalitos, en especial de los michis, Sandos Playacar es para ti.

El recorrido lo terminamos en nuestra habitación, la 2425, una cómoda recámara junior suite con balcón y una hermosa vista a las azules y claras aguas del Caribe Mexicano;  la habitación y baño estuvieron impecables cada día, además de estar perfectamente equipada con bebidas y cafecito para preparar en cualquier momento. Para este punto ya estábamos más que encantadas, pues  fuimos recibidas con fruta fresca y vino, además; NO hubo botellas con agua, en su lugar, un garrafón con dispensador, distinguiendo que ¡en ningún momento durante nuestra estancia vimos un solo vaso desechable!, lo cual nos alegró bastante.

Estábamos felices y emocionadas por todo lo que nos esperaba así que decidimos relajarnos sobre la fina arena de la playa del hotel. A pesar de ser temporada de sargazo, el hotel siempre estuvo pendiente de este inconveniente y día con día, por las mañanas, limpiaron la playa para que todos sus huéspedes estuviéramos cómodos.

Todo viaje requiere de una buena comida y en Sandos Playacar, sobraron, pues cuenta con una amplia gama de restaurantes en donde pudimos degustar distintos platillos gourmet, todos parte del All Inclusive. El primer día llegamos pasadas las 4 p.m., la comida ya había sido servida, sin embargo; no fue motivo para quedarnos hambrientas, pues cuentan con el restaurante Chayita en donde sirven unos ricos burritos a la medida, pues se pueden elegir los ingredientes. Además,  para los amantes del café, Sandos Playacar cuenta con su fantástico Cupcake Café, donde también podrás degustar tu bebida con un delicioso postre.

Nuestra primera cena fue en el restaurante “Gourmex” en donde sirven comida tmexicana, a la carta (al igual que el resto de los restaurantes para cenar, ya forma parte del All Inclusive, reserva con al menos 24 horas antes), enseguida nos percatamos de la limpieza y del cuidado de las medidas sanitarias como la distancia entre mesa y mesa, gel a la entrada, uso de cubrebocas. Nos recibieron con un par de tacos de requesón y pedimos un caldo tlalpeño y sopa de lima ¡que estaban deliciosas!; como plato fuerte cenamos unas enmoladas de pavo y una orden de tacos Poc chuc (taquitos de carne asada de cerdo), estábamos muy contentas tanto por la atención y los sabores, cuando se acercó Marcela con un carrito de servicio, ofreciéndonos guacamole que hizo en el momento para comerlo fresco; dado que las porciones que sirven, son buenas, quedamos satisfechas y ya no pudimos pasar a los postres, pero salimos totalmente complacidas por haber cenado ahí.

Cada mañana desayunamos en el restaurante Oceanfront breakfast, cuenta con un rico buffet de cereales, fruta, ensaladas, platos fuertes y hasta una plancha en donde puedes pedir tu omelette a la medida; como bebidas hay jugos frescos y el café que sirven ¡está  riquísimo! y algo que no podemos dejar pasar es que día con día fuimos atendidas maravillosamente por Mendoza.

Las comidas las tomamos en el restaurante Festival Grand Buffet, también es estilo buffet con una enorme variedad de comida de todo tipo, enfatizamos que, sin importar el restaurante, tienen opciones gluten free, comida vegana, vegetariana y comida para peques. Cada día varían la comida que sirven, además puedes crear tu propia pasta o pedir tipos de cortes a la plancha. Sin dudas lo que más nos impresionó fue la extensa barra de postres que, además de una excelente presentación, tienen un gran sabor.

 

La segunda noche cenamos en el restaurante Il Piemonte, en donde sirven comida italiana a la carta, si quieres una cena elegante, este restaurante es la opción. Para cerrar nuestra estancia, la última noche cenamos en el restaurante El Gaucho, ubicado a un lado de la recepción, así que para llegar tuvimos un tranquilo y relajante paseo por lindos caminos del hotel rodeados de vegetación. En este restaurante estilo argentino, sirven  deliciosos cortes y además cuenta con una basta barra de ensaladas y guarniciones, quedamos impresionadas por el sabor de la crema de elote y los cortes perfectamente cocinados, sin dudas, de los mejores lugares para cenar dentro del hotel.

Los ratos de ocio son las mejores de todas las adquisiciones

En Sandos Playacar pudimos tener momentos perfectos para apagar la mente, ya que cuenta con dos áreas separadas una de la otra;  la familiar y la de solo adultos, cada una con su alberca acompañada de sus propias palapas en donde pudimos disfrutar de bebidas con y sin alcohol. 

El ambiente en las albercas se torna tranquilo y amigable, nosotros participamos en un juego de voleibol acuático organizado por los mismos huéspedes que nos encontramos en la alberca. Para los momentos de playa, el hotel cuenta con suficientes camastros y hasta colchones para poder disfrutar de un “momento en off”.

¡La experiencia no paró aquí!, pues Sandos Playacar cuenta con varios tipos de actividades para los viajeros que quieren un poco más de aventura y diversión (parte del All Inclusive); nosotras tomamos un tour en bici guiado por Javi, quien nos llevó a conocer unas pequeñas ruinas llamadas Xaman Ha, encontradas a 30 minutos fuera del hotel. Para el segundo día teníamos programado un tour en Kayak, mismo que se canceló debido al clima, sin embargo; aprovechamos el tiempo para jugar un partido de futbolito de mesa en el área de juegos.

Tuvimos la fortuna de una sesión de masaje en el Spa del mar, este no forma parte del All Inclusive, pero sin dudas es recomendable, para ello hay que reservar. En el Spa del mar se puede disfrutar de las tinas de hidromasaje, enseguida se entra al Sauna por unos minutos y se termina con un masaje relajante, ¡toda una experiencia para terminar de liberar tensiones!

Si eres de las personas que no se pueden perder su rutina de ejercicio, ¡no hay de qué preocuparse!, pues cuenta con un amplio y limpio Gym (sí forma parte del All inclusive, con previa reserva). Aquí cuidan mucho al huésped, permitiendo la entrada a solo 8 personas por hora, además se cuenta con la asesoría y asistencia de entrenadores profesionales todo el tiempo y con aparatos totalmente actualizados.

Antes de llegar al hotel pensábamos que serían 4 días “viviendo como un gato”, es decir: comer y dormir, ¡pero no!, cuando se llegaba la noche, después de cenar, la mayoría de los huéspedes nos dirigimos  a La Gran Plaza del hotel en donde hay un escenario en el que pudimos disfrutar de shows en vivo, uno diferente para cada noche, nosotras vimos los tributos a Coco, Lady Gaga y el que más nos gustó, que fue el de Michael Jackson, fue perfecto para cerrar nuestra estancia en el hotel.

 

Sinceramente rebasó nuestras expectativas, Sandos Playacar es un hotel increíble en todos sus aspectos, ha sido toda una experiencia hospedarnos ahí, sin duda volveremos. ¡Gracias por todo, Sandos!

Ubicación Sandos playacar, a 5 minutos en auto de  la “Quinta avenida de Playa del Carmen”.

¡Descubre otros temas relevantes para tu próximo viaje!