Deberías animarte a hacer un viaje diferente, ¿No se te antoja dormir en el castillo de Drácula o visitar una de las catacumbas más impresionantes del mundo? Si ya estás más que apuntando, checa estas opciones que lograrán sacarle un susto hasta al más valiente.

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ISLA DE LAS MUÑECAS

Según cuenta la leyenda, en esta peculiar y escalofriante isla, vivía un señor llamado Julián Santana Barrera, que un día se encontró con el cadáver de una pequeña niña enredada entre los lirios acuáticos. Después de semejante escena, don Julián comenzó a escuchar por las noches llantos, gritos y lamentos de la niña. 

Entre su desesperación y miedo encontró una forma de protegerse de aquella alma en pena que no le permitía descansar: poner en cada parte de su chinampa cualquier muñeca que se cruzara por su camino… Con el paso de los años logró coleccionar miles y miles de muñecas viejas que se encargaron de darle un toco bastante tétrico al lugar. 

Don Julián solía hablar de una sirena que se aparecía en los canales y le decía que se lo iba a llevar tarde o temprano. En 2001, don Julián sufrió un infarto mientras se encontraba pescando y su cuerpo fue encontrado dentro del agua. ¿Casualidad?

Actualmente, la isla se encuentra deshabitada y es un sitio imperdible de visitar si te encuentras en Xochimilco, pero ten cuidado con las muñecas que ahí viven.

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CONVENTO DE LOS CAPUCHINOS

Si viajas a Sicilia en Italia, debes hacer una parada en Palermo para visitar el Convento de los Capuchinos y su peculiar museo conformado por 6 cámaras subterráneas localizadas bajo el convento… En su interior vas a encontrar miles y miles de cadáveres, algunos momificados. 

En 1599 los frailes capuchinos construyeron las catacumbas para el descanso de sus hermanos difuntos, pero no tardaron mucho en notar que algo raro pasaba con los cuerpos, pues no se descomponían al paso de los días, esto gracias a las propiedades del suelo y de la construcción; día con día fueron mejorando sus técnicas de embalsamiento hasta la momificación.

Para 1732 las catacumbas ya contaban con la extensión que ahora tienen; años más tarde los corredores comenzaron a llenarse de todo tipo de cuerpos y no únicamente de religiosos: hombres, mujeres, niños, gente acaudalada o de poco dinero, todos querían ser exhibidos en las paredes de los capuchinos. 

Si estás dispuesto a ver pasillos y cámaras llenas de cadáveres, ve reservando tu viaje a Italia.

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PRIPYAT

El tiempo se detuvo en Pripyat hace más de 30 décadas, lo que solía ser un centro laboral, cultural y social perdió todo con la explosión del reactor número 4 de la Central Nuclear.

El impacto del desastre nuclear de Chernobyl dejó una marca casi imposible de borrar en la zona y cuyos efectos aún son visibles en personas afectadas con cáncer o deformaciones (algunos de estos problemas han pasado por generaciones). 

A pesar de que se evacuó la zona a los 3 días del accidente, muchos locales regresaron a sus casas cuando tuvieron la oportunidad, pues ahí se encuentra todo lo que tienen, hablar con los pobladores y vivir desde su experiencia, el trágico incidente llenará tu cuerpo de escalofríos. Los tours que se hacen evitan pasar zonas de alta radiación, de hecho si visitas el sitio tu cuerpo puede irradiar entre 5 a 7 micro sieverts, que equivaldrían a unos exámenes de rayos X, por lo que no debes de preocuparte por tu salud.

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MONTE FUJI

A los pies del Monte Fuji se ubica Aokigahara, uno de los bosques con más misterio en el mundo. Pues sus 35 hectáreas de vegetación se han convertido en el lugar preferido de cientos de personas para quitarse la vida.

A la entrada del bosque y en varios puntos dentro de él se pueden ver letreros que tratan de persuadir a las personas de que se quiten la vida. Además, en más de un sendero se encuentran cintas que marcan los caminos que tomaron dichas personas; esto ayuda a que su cuerpo pueda ser encontrado o, bien, les sirve para poder regresar si es que lo deciden, pues es demasiado fácil perderse una vez dentro.

En medio de la inmensidad del bosque, el silencio que provocan las dimensiones de los árboles (no dejan entrar el viento) y la poca vida silvestre de la zona, se crea una atmósfera de inmensa tranquilidad, pero al mismo tiempo de incertidumbre. 

En la cultura japonesa, el suicidio ha estado presente desde siglos atrás: en el siglo XIX las familias que no podían mantener a sus parientes ancianos o enfermos los abandonaban en el bosque para que murieran ahí, esto siguiendo la tradición ubasute. Tiempo después, la literatura se encargó de darle un plus al sitio; en libros como El Completo Manual del Suicidio de Wataru Tsurumi que afirma que Aokigahara es el mejor escenario en el mundo para quitarse la vida.

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¿Te atreverías a visitar uno de estos sitios? Si es así, dinos en los comentarios cuál escogerías y por qué…

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