Destinos navideños de frío: Nueva York
Apuesta por un clásico y en Nueva York, patina sobre hielo y adéntrate en sus escaparates repletos de magia navideña. De noche (todavía más bonito) y al son del ‘Jingle Bells’, piérdete en sus calles y vive en primera persona una navidad de cine.
Sidney (Australia): unas Navidades llenas de color y calor
Con temperaturas que rondan los 30º, disfruta del espectáculo protagonizado por atrevidos surfistas vestidos de Papá Noel en las playas de Bondi Beach, en Sidney. En la víspera de Navidad, al caer la noche e iluminados tan solo por la luz de las velas, llega el momento de cantar villancicos y de compartir la tradicional cena de navidad.
Viena (Austria): ‘Frohe Weihnachten’
‘Frohe Weihnachten’, dice un cartel de luces a la entrada del Mercado Christkindlmarkt de la Rathausplatz de Viena, uno de los más emblemáticos de la ciudad. Aunque no el único. Viena cuenta con una decena de pintorescos mercados navideños, muchos de ellos con más de 700 años de tradición. La nieve junto a edificios tan emblemáticos como el Palacio de Schönbrunn, la Karlskirche, el Palacio Belvedere o el Ayuntamiento ofrecen el mejor decorado de cuento para la hermosa ciudad de la Emperatriz Sisí.
Medellín (Colombia): uno de los alumbrados más bonitos del mundo
Si midiéramos el espíritu navideño por la cantidad de luces que decoran una ciudad, diríamos que Medellín es una de las ciudades más Navideñas del Planeta. Este año, la ciudad colombiana cuenta con 27 millones de bombillas y 760 kilómetros de mangueras luminosas. Su tradicional alumbrado es todo un festival de color que hace brillar la ciudad más que nunca. Dicen que es uno de los diez alumbrados más bonitos del mundo. Y no lo dudamos. Para quienes sean sensibles a la luz, mejor echar a la maleta unas gafas de sol.
Québec (Canadá): unas Navidades muy dulces
Québec es un destino perfecto para disfrutar de unas navidades realmente blancas. Una fina capa de nieve sirve de alfombra por toda la ciudad. Aquí los villancicos se cantan en francés y en inglés, mientras los mercados navideños ofrecen artesanías y los mejores manjares culinarios de Canadá: vinos, sidras, quesos y hasta marisco. Las navidades canadienses son también unas fiestas muy dulces: destacan los barley candies, unos caramelos a base de malta con formas navideñas; y los chicken bones, huesos de pollo rosados con sabor a canela y chocolate. ¡Deliciosos!
Río de Janeiro (Brasil): una Navidad a ritmo de samba
Alegría y diversión al sol de ritmos populares que invitan a la fiesta. Libre de cualquier abrigo, contempla el árbol más grande del mundo en la laguna de Rodrigo de Freitas, en Río de Janeiro.
París (Francia): una romántica cena en la Torre Eiffel
París engalana todos sus monumentos con la llegada de la Navidad. La ‘ciudad de la luz’ brilla más que nunca y por eso no podíamos olvidarnos de ella en ese ranking navideño. Es memorable ver los Campos Elíseos iluminados, al igual que los grandes almacenes como Printemps y Lafayette o la gran noria de la Plaza de la Concordia. Para celebrar bien los últimos días del año, nada mejor que una romántica cena en uno de los restaurante de la Torre Eiffel. Las vistas sobre la ciudad seguro que nos dejan boquiabiertos.