Pizza
La pizza es, sin duda, la reina de la cocina italiana. Si no has probado la auténtica pizza napolitana, ¡te estás perdiendo de algo increíble! Con su masa delgada y bordes altos, es perfecta con tan solo tomate, mozzarella fresca y un toque de albahaca.
Pasta
¡La pasta es otro básico que no puede faltar! Hay mil formas y salsas para elegir. No pueden perderse de los clásicos espaguetis a la carbonara en Roma y los raviolis rellenos en Emilia-Romagna si buscan algo más artesanal, hay opciones para todos los gustos.
Risotto
El risotto, y sobre todo el risotto alla milanese, es un plato cremoso. Se cocina lentamente en caldo y absorbe todos los sabores.
Gelato
Un viaje a Italia no sería lo mismo sin gelato. Es más cremoso que el helado normal y hay sabores para todos los antojos. Pueden encontrar los clásicos como vainilla y chocolate, pero también pueden encontrar opciones más atrevidas como pistacho o stracciatella.
Tiramisu
Si te gusta el café, el tiramisù es un must. Este postre está hecho con bizcochos empapados en café, mascarpone y cacao. ¡Es el final perfecto para cualquier comida!
Carpaccio
Conocido como uno de los platillos típicos del norte de Italia, el Carpaccio se elabora a base de láminas de carne cruda, acompañada de aceite de oliva, limón y queso parmesano. Originalmente, se servía solo con carne de buey, pero a lo largo de los años ha ido cambiando la receta y actualmente se usan hasta mariscos.
Caprese
La ensalada caprese es súper fresca y deliciosa. Solo necesitas tomates frescos, mozzarella de búfala, albahaca, un buen chorro de aceite de oliva y un toque de sal. Ideal para esos días calurosos.
Focaccia
Y no podemos olvidar la focaccia. Este pan plano y esponjoso es perfecto para acompañar cualquier comida o hacer sándwiches. Normalmente, va con hierbas, aceitunas o tomates, y es ideal para mojar en aceites y salsas.
Explorar la comida italiana es una manera genial de conectarte con su cultura. No se olviden de acompañar con un buen vino sus comidas.