Sabemos que viajar con niños puede ser una mezcla entre diversión y caos. Claro, puede que tengas que hacer unos cuantos malabares con las maletas, juguetes y uno que otro berrinche, pero ¡hey!, las risas nunca faltan. Si alguna vez te has preguntado cómo hacer que un viaje sea lo más relajado posible, aquí te traemos unos trucos, que te ayudarán a disfrutar más esas vacaciones especiales.
1. Recuerden que su hijo es un niño
En cuanto empiecen a planear el viaje tengan en cuenta la duración del traslado y el destino. Piensen en si este viaje podría ser realmente algo que vaya de acuerdo a la edad del pequeño y cómo es que podría lidiar personalmente con la frustración de estar en un vuelo durante determinado tiempo. Una vez sabiendo esto, podrán prevenir o estar preparados para cualquier situación que se presente.

2. No olviden llevar chicles
Puede parecer un poco raro, pero la realidad es que una sensación que los peques pueden llegar a resentir un poco más de lo normal es el cambio de presión en los oídos durante los vuelos o estando en carretera. Una de las soluciones más comunes es mascar chicle para quitar la molestia, así que, no se les olvide.
3. Planeen actividades y snacks
Tener actividades que puedan usar para distraerse en el vuelo o durante el viaje es elemental para poder mantener su atención enfocada en algo. Evitar que los niños estén corriendo en los pasillos de los aviones es muy importante no solo para evitar el disgusto de otros pasajeros, sino por seguridad. Tampoco olviden empacar algo de comida, esto es para evitar berrinches en caso de que tengan hambre y no comprar comida cara y poco saludable.

4. Involúcrenlos en el proceso
Hay veces que los más jóvenes de la familia pueden sentirse que no son parte del proceso y esto puede llegar a que se sientan ajenos al viaje. Aunque, quieran hacer las cosas más efectivas, viajeros, traten de involucrar a sus peques a la hora de empacar sus maletas o a la hora de elegir las actividades que harán.
5. Sin presiones
Tal vez será mejor considerar que durante el viaje los niños no podrán mantener un movimiento muy apresurado y tendrán que hacer descansos cada determinado tiempo para recargar energía o para readaptar el plan a las necesidades que puedan surgir.

Sin dudas, tribu, viajar con chiquillos no es fácil y creo que también hay que entender a los papás que lo hacen, seguramente están lo suficientemente estresados como para hacerles sentir mal. Hay que tener empatía y evitar crear más presión, ¿No lo creen?
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