París, sus monumentos ineludibles, su recorrido turístico clásico: ¿Ya lo ha hecho? ¿Le gustaría descubrir los secretos y fantasmas de su pasado? Pues sumérjase en sus entrañas, a 20 metros bajo tierra.
Una vista original
La pequeña entrada de las Catacumbas se encuentra place Denfert-Rochereau, a dos pasos del metro. Es discreta, pero está bien indicada. No podrás más que encontrarla, gracias a su pequeña cola en la rue Rol-Tanguy, que indica el camino, recordando el éxito turístico que tiene este lugar desde hace más de dos siglos. Cada año, se cuentan unos 250 000 visitantes.
¡Para los deportistas! Para llegar hasta las galerías, que se encuentran a 20 metros bajo tierra, tendrás que bajar unos 140 escalones. Una vez abajo, encontrarás un espacio de exposiciones temporales que te contarán la historia de las Catacumbas y del París subterráneo, desde la época prehistórica, cuando el lugar estaba sumergido por las aguas.
Esta pequeña introducción permitirá a los visitantes adentrarse en el mundo insólito de las Catacumbas. ¡Ya estás listo para la visita! Adelante para los 2 kilómetros de recorrido, a lo largo de galerías llenas de historia. De camino, podrás encontrar algunas inscripciones cifradas, de diferentes periodos de obras, que se hicieron a lo largo de los siglos de explotación de estos subsuelos.
En total, hay que contar con un poco más de 45 minutos de visita, ¡pero no te asustes! El pasaje es ancho, alto, limpio, con luz y está bien indicado. El personal de las Catacumbas está ahí para guiar a los visitantes y contestar a sus preguntas en cualquier momento. ¡En todo caso, para poder apreciar su visita, será mejor ponerse un buen calzado!
El dominio de la muerte
Después de andar unos minutos, encontrarás la inscripción “Arrête C’est ici l’empire de la mort” ¡Pare! Aquí es el dominio de la muerte, grabado en un dintel, que marca la entrada del osario de las Catacumbas de París. ¡Ya tienes una idea del ambiente! Esta advertencia es un eco a las indicaciones que habrá leído al empezar su visita: “Desaconsejado a las personas sensibles y a los niños pequeños”.
Ya lo sabes… aquí encontrarás cosas macabras y se te pondrá la piel de gallina… El osario de París reúne los despojos «sobrantes» de los cementerios de la ciudad, que se fueron quitando durante el siglo XVIII para poder acoger a nuevas tumbas. Durante los cientos de metros de su recorrido, encontrarás huesos amontonados a lo largo de las galerías.
Cráneos, tibias y otros fémures alineados, ordenados según los cementerios, se dan a ver a los que vienen a admirar este siniestro espectáculo. Hay que recordar que antes de los actuales visitantes, ya venían los hombres más importantes de su época a visitar este lugar. El recorrido del osario cuenta con varios mensajes fuertes dejados por grandes escritores de la época, grabados en la piedra.
No lo olvides, aunque haga calor en verano, los subsuelos de la capital, el ambiente se refresca bastante y es que bajo tierra, la temperatura es de 14 grados y la humedad que se hace en la galería hará que ames tu chaqueta. Y para los aficionados de los recuerdos: ¡Cuidado, está prohibido llevarse huesos en los bolsillos!



Una publicación compartida por J.M. Chavero (@jmchavero)
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